Historia Antigua

Historia Antigua

Según datos tomados del libro “Síntesis Histórica de la Parroquia San Carlos”, cuyo autor es Edison Fuentes Yánez, en esta fecha es necesario fijar la presencia de Carbo Malo en el contexto jurisdiccional del cantón Quevedo. Según la historia, Carbo Malo fue un pequeño asentamiento poblacional en la ribera del río Quevedo, ubicado al sureste de Quevedo, a la altura de la Estación Experimental Pichilingue; a solo kilómetro y medio de la actual parroquia San Carlos, cuya existencia, aproximadamente, fue de un siglo. 
Sobre el origen de su nombre y de tres versiones relatadas, a fuentes considera esta la más aceptada: se debió al primer colono que adquirió esta propiedad, quien fuera de apellido Carbo Malo; tierras que posteriormente compró Arturo Fuentes, oriundo de Cerro Gusano, jurisdicción del cantón Vinces. 
De Carbo Malo al actual pueblo de San Carlos, ninguna diferencia social e histórica les separa, es el mismo pueblo de antaño: con tradición, con la leyenda, con un pasado fecundo que hoy se ha convertido, gracias al espíritu emprendedor y visionario de sus hijos, en un emporio de trabajo y progreso permanentes. 
La formación del pueblo de San Carlos no es producto de un hecho social aislado, sino que tiene sus vinculaciones y motivaciones con el que hacer nacional. Ante el considerable atraso que venía soportando el Ecuador, el Dr. Velasco Ibarra, en su tercera administración Presidencial (1925- 1956), se propuso colocarlo a tono con la época a través de la ejecución de obras públicas.
Precisamente en 1954 se termina la construcción de la carretera que uniría a Quevedo con Babahoyo. 
Consecuentemente del factor, se da el lógico éxodo del asentamiento ribereño a los lados de la nueva carretera, ya que era indispensable integrarse al ritmo que de allí en adelante tomaría la actividad comercial y el desarrollo en general.  En 1954, año en que se genera el éxodo de los moradores de Carbo Malo, Arturo Fuentes Emmanuel, actual dueño de la mayor parte de la hacienda San Agustín (Carbo Malo), vendía solares adyacentes a la carretera en 3 Sucre el metro poblacional, de hecho coadyuvó a una
mayor afluencia poblacional. 

Así fueron llegando, por citar algunos nombres, los señores López, Barrionuevo, Chiang, Tapia, Varas, entre otros, y en medio de esto, las familias Buchelli y Pincay también accedieron a la demanda de solares, los negocios comenzaron a multiplicarse, el recinto crecía cada vez más y de a poco las casas de caña fueron cediendo paso a las construcciones de hormigón. Al principio las viviendas se ubicaron a lo largo de la carretera Quevedo - Babahoyo (hoy conocida como calle 2 de Julio) y del carretero a fruta de pan (hoy calle Estenio Burgos Galarza). 
En 1960, cuando la totalidad de los moradores de Carbo Malo se había trasladado a su nuevo lugar de residencia se produce una discusión acerca del nombre que bebía llevar el recinto: Bien Carbo Malo o San Carlos, como homenaje a la hacienda de este nombre donde se asentó la población, llamándose por el segundo nombre (San Carlos). 
En definitiva, siendo la producción bananera y su notable incidencia en la economía del país el medio en el cual comienza a urgir el pueblo de San Carlos, podemos asegurar, igualmente, que su desarrollo social y económico también ha sido proporcional. Hoy es la cabecera de una jurisdicción parroquial de 84 km2 de superficie, que se encauza decididamente por un sendero de inquebrantable progreso y optimismo. 
La calidad y hospitalidad que brinda este hermoso jirón de suelo patrio, donde sus fértiles tierras son la carta de presentación a nacionales y extranjeros que ávidos de un futuro mejor, se sustenta la esencia vital de su desarrollo. 
Gracias al impulso de sus moradores, especialmente del señor Estenio Burgos Galarza, que siendo concejal en el año 1982 impulsa este gran proyecto para parroquializar a San Carlos por lo que se había gestionado obras de servicio público, por lo tanto adquiría derecho de ejercer su propio destino, exigir su propia determinación. La parroquialización era entonces su imponderable
inmediato. 
La idea de erigirlo en parroquia estuvo siempre latente en cada uno de sus moradores sobre todo en 1977, fecha en que se contaba con los requisitos que acreditaban tal aspiración. Fue en 1982 donde el Concejal Estenio Burgos Galarza tuvo destacada participación. Quien cumpliendo con los requerimientos y mecanismos legales, hizo posible que el Concejo Municipal acogiera la
solicitud de erección Parroquial de la comuna San Carlos.  La ordenanza redactada por este organismo mereció el informe favorable de Concejo Provincial, y por último la aprobación definitiva por parte de la aprobación del Ministerio de Gobierno, Policía y Municipalidades, mediante Decreto Nº 835 del 2 de Julio de 1982. (La Hora, 2013)